La base de esta técnica es entender que, lo importante no es trasladar el mismo átomo de un lugar a otro, sino reconfigurar el espacio para poder contener la disposición adecuada de la estructura material a recrear a partir de datos 'informáticos' que limiten la interacción de los campos recreados por una fuente de energía.
Se puede decir que un objeto teletransportado no es el mismo, cromodinamicamente hablando. Una buena analogía sería la de trasladar un buque de guerra, usando solo planos de papel, de un lugar a otro del mundo. Los planos se dibujan, por ejemplo, en Inglaterra, en donde se construye un buque. La energía usada para construirlo es desensamblada, empaquetada como energía y cecepcionada en Singapur, en donde reciben los paquetes de energía, los planos estructurales y la técnica necesaria para liberar la energía que, gracias a esa técnica, reconstruirá el buque en base a los planos que acompañan a los paquetes. Barcos solo hay uno, a menos que se acometa la construcción de uno nuevo o de la energía capaz de replicar otro idéntico.
Historia
Se comenzó a pensar en el teletransporte cuando se descubrió el efecto túnel de los electrones. Las bases iniciales son las mismas: tenemos un objeto que debe atravesar un espacio cuya resistencia al paso del objeto le consume una energía X en su desplazamiento, siendo la energía máxima capaz de desarrollar el objeto de Y, en donde Y < X. Al descubrir que la aceleración altera las propiedades vibratorias de la materia, se concluyó que, usando frecuencias resonantes, se puede transferir al objeto al otro lado de la barrera, siempre y cuando, tanto el objeto como la barrera, compartan una vibración armónica, en cuyo caso la barrera absorverá al objeto, presentándose como algo poroso y con espacio suficiente para ser atravesado.
Estas bases suponen que se han de acelerar todas las partículas del objeto hasta conseguir el estado armónico con la barrera. La reducción de las ecuaciones que gobiernan esa transformación dieron como resultado que, bastaba con que el tejido espacio-temporal reabsorviera los campos de contención de materia, para que quedase grabada en un registro informático la disposición de esa integridad. Dado que el tejido espacio-temporal tiene un potencial sobrante, los tiempos de reconstrucción de dichos campos no pueden superar el tiempo de Plank si es que no se desea disipar el potencial en el tejido espacio-temporal (básicamente ese era el miedo de la Doctora Pulaski al ser transportada) y que se pierdan las partículas por el universo, en donde reaparecerían dispersas, al azar, partículas en donde las condiciones para recrear los campos de contención de materia fuesen propicias. La proyección de esos campos hacen que el tejido espacio-temporal recree el potencial en la región estimulada de forma adecuada por la técnica que lo permite.
Para hacerlo más entendible, es como si a una estructura curvada de un material mecánico se la privase de la cruvatura en una de sus esquinas. La tensión estructural se transmitirá por la mecánica de dicho material. Los tiempos de transferencia de las tensiones son el equivalente al tiempo de plank. Si se tardase más en indicar la zona de recreación de la que el material en transmitir la tensión por su extensión, la tendencia a manifestar la curva sería faborable para el azar, cediendo por la zona más débil. Si los tiempos son iguales, la tendencia tornará favorable para la zona estructural más débil, que en el caso de la aplicación técnica, debe asumir un coeficiente de ruptura inferior que el coeficiente de tensión estructural del objeto.
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