Debido a este devastador conflicto y ante el avance imparable de las fuerzas Klingon en el espacio Cardasiano, la federación alcanzaría un acuerdo con el gobierno cardasiano para que este fuera rescatado y llevado a lugar seguro por la flota estelar. Tras rescatar a los miembros del gobierno cardasiano, estos fueron llevados a la estación Ds9.
Debido a esta intromisión de la flota estelar y ante la negativa de esta de entregar a los miembros del gobierno cardasiano a las autoridades Klingon, el imperio envió una flota de naves con la intención de lograr la entrega de los cardasianos bajo su custodia. Ante la nueva negativa del personal de la estación de entregar a los políticos cardasianos, la flota klingon lanzo su ataque contra la estación con todas las naves disponibles.
Durante los primeros ataques, los Klingon perderían un buen numero de naves, al mismo tiempo que lograrían causar graves daños a la estación y la debilitación de los escudos de la misma. A pesar de todo, los Klingons necesitaron efectuar varios bombardeos hasta que finalmente los escudos se debilitaron, permitiendo la entrada a la estación de tropas Klingon.
La victoria parecía inclinarse del lado Klingon, sin embargo la estación, fuertemente armada, aguantaba las embestidas de las naves Klingon y las fuerzas de abordaje eran combatidas con cierto éxito por las fuerzas de seguridad bajoranas y de la flota estelar a bordo de la estación. El Canciller Gowron, que dirigía el ataque personalmente, exigía la inmediata rendición de la estación advirtiendo de su destrucción con la ayuda de refuerzos Klingon que habían fijado rumbo hacía la batalla.
Sin embargo, la flota estelar había enviado también refuerzos a la estación y estos refuerzos estaban mas cerca que las fuerzas de apoyo esperadas por el canciller Gowron. Como consecuencia, la flota Klingon decidió suspender el ataque y retirarse.
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